No a las plataformas petrolíferas en Canarias


En las últimas décadas, las Islas Canarias han hecho un gran esfuerzo por compatibilizar los requerimientos sociales y humanos de la población, los derivados de la economía y la preservación de su extraordinario patrimonio natural y paisajístico. La imposición desde el gobierno central permitiendo los estudios y las prospecciones petrolíferas, va a hipotecar las múltiples iniciativas que se han desplegado en estos años a favor de un futuro menos dependiente, socialmente justo y ambientalmente sostenible. Cabe destacar entre otras muchas iniciativas, la declaración de Reserva de la Biosfera para algunas de las islas, especialmente las más amenazadas por los proyectos de prospecciones petrolíferas, así como el esfuerzo en proteger buena parte de nuestro territorio por su rico patrimonio natural y cultural. Todo ello, de la mano de una creciente conciencia y demanda social por garantizar la calidad de vida de las generaciones futuras, sin hipotecar la extraordinaria biodiversidad, el variado pero escaso territorio y los recursos naturales que hoy son un potencial real y alternativo al modelo energético actual. Las Islas Canarias, constituyen un lugar de interés mundial por la riqueza y diversidad de cetáceos. Estas especies, extremadamente sensibles al sonido y a la contaminación del agua, encuentran en el archipiélago un hábitat singular y diferenciado donde vivir, alimentarse y reproducirse. Su presencia indica la alta calidad ambiental de estas áreas marinas, donde también confluyen otras especies amenazadas y diversos hábitats naturales de interés comunitario que, en la actualidad, no gozan de la necesaria protección. La creación de nuevas áreas marinas protegidas es una premisa urgente y de obligado cumplimiento, en atención a los compromisos nacionales e internacionales adquiridos por España en materia de conservación de la biodiversidad. Defendemos las propuestas encaminadas a la consecución de esos objetivos de protección, así como sumarnos al círculo de lugares a salvo de contaminación por hidrocarburos como la Antártida o las Islas Lofoten de Noruega. El modelo de especialización turístico de Canarias, y sobre todo de Lanzarote y Fuerteventura, del cual vive el 90% de su población, se apoya, entre otros factores, en su imagen de calidad ambiental. Un solo error en una plataforma petrolífera puede arruinar el funcionamiento de todo el sector turístico de ambas islas durante muchos años. La respuesta negativa del turismo, podría darse incluso habiéndose solventado un posible problema. Y ello afectaría al destino Canarias en su conjunto, tal y como ocurrió en Florida, con un 75% de cancelaciones antes de que el crudo llegara a sus costas. Por lo tanto, la actividad petrolífera no resulta compatible con la industria turística, ni con el modelo de vida al que aspiran Lanzarote y Fuerteventura. Corremos el riesgo de hipotecar los esfuerzos que se han hecho por la defensa de nuestro medio natural y por promocionar un destino turístico de excelencia, libre de contaminación, asociado a un mensaje que reclama la preservación del aire, la luz, las playas y los mares por encima de todo. Las perforaciones previstas junto a las islas de Lanzarote y Fuerteventura (unos 3.500 metros), son de las más profundas del mundo. Una profundidad similar a las del accidente de la plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México, 20/04/10, lo que complican las soluciones técnicas en caso de problemas. Más aún, dependiendo de la gravedad, a esas profundidades, las soluciones técnicas no evitan altos costes ambientales. En el documento remitido por Repsol-YPF al Ministerio de Industria, la propia multinacional reconoce un amplio listado de riesgos en las perforaciones y en su último informe, declara que entre el 2006 y el 2010, ha provocado un total de 6.985 vertidos. Por otro lado, la más próxima de las cuadrículas en las que se quiere prospectar dista unos 10 Km de Fuerteventura. Este proyecto supone un riesgo altísimo no sólo para nuestra economía y forma de vida, sino que podría incluso afectar a la salud pública. Las técnicas de perforación generan distintos tipos de contaminación que arruinarían la pesca en la zona y la biología marina, en este caso con mayor repercusión en las islas de Lanzarote y Fuerteventura. El perjuicio se extendería a otras actividades económicas. Un derrame de medianas dimensiones llegaría en cuestión de horas a las dos islas, afectando incluso al funcionamiento de las desaladoras que surten el 100% del consumo público de agua potable, dejando sin suministro a la población. Información extraída del Manifiesto No a las petroleras, sí a las renovables publicado en la pagina web www.ecologistasenaccion.org
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Y estas son las magnificas costas canarias, las cuales pueden salir gravemente perjudicadas, ideales para realizar todo tipo de deportes acuáticos como surf bodyboard windsurf kitesurf y un gran etcétera. 












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